martes, 4 de octubre de 2011

Punto muerto

Y recién ahora me doy cuenta de porque no puedo querer a nadie más, el problema soy yo, el problema es conmigo.
No me acepto, no me quiero, me desagrado, me detesto, me doy vergüenza, no puedo ni mirarme a un espejo. La disconformidad conmigo misma siempre existió, pero al momento de recibir un cumplido o tratar de sentir algo, me enojo conmigo y autoflajelo mi persona criticándome como si llegara a lograr algo con esto. Pero no, empeoro las cosas, las guardo y cuando ya no puedo más las largo en llanto. Y sigo siempre en la misma situación, sola, triste, disconforme, quieta.