lunes, 10 de septiembre de 2012

Y las casualidades, los caminos, el viento, la noche o nuestros amigos en común nos volvieron a juntar una vez más. Estás siempre tan alegre, energético, sociable, abrazable. Perfecto, a la medida. 
Saltás, bailás, tomás, fumás. Evito mirarte para no sentir más vergüenza por culpa de lo que me provocás. Me desarmás las ideas; me confundís. 
Es tan difícil no poder verte, es más difícil de lo que crees.